
No lo vas a entender, para mi no existes, se acabo no
volveré a caer en tu trampa de juego y miel,
aquí tengo tu tumba para enterrar tus recuerdos, para enterrar mi rabia contigo, para enterrar
también mis mejores
días que se esfumaron por mi torpe ingenuidad...
No vas a salir de donde te encerré, no.
Adiós