Respiralia 08

Como cada primer fin de semana de Julio, llega para mi el momento mas esperado, desde el primer año quedé totalmente enamorado de esa maravillosa isla, con sus gentes, con su forma de vivir, por lo que significa poder ir cada año.Formentera tiene un encanto que no se puede describir, a cada persona que me pregunta le digo lo mismo, Formentera tienes que conocerla y que mejor manera que formar parte de Respiralia.

Este ha sido mi 4º año, el mas caótico de todos, desde el principio que por una confusión casi me quedo fuera y con ello casi todo el equipo de Murcia, contratamos el servicio de la maravillosa flota de barcos Iscomar (desde aquí recomendarla...para no coger nunca un barco suyo), tras un par de horitas de viaje las primeras caras conocidas todas con una sonrisa enorme, la ilusión del reencuentro con gente que ya conoces de otros años es genial, llega el cansancio del viaje y nos vamos a las suites, la 1ª noche es la mas loca de todas tambien porque no estamos cansados de estar 8 horas metidos en un barco como seran los proximos 3 dias.

Llega el momento del desayuno, momentos muy graciosos para los primerizos, compartir la comida con gente que no conoces de nada es una cosa alucinante y mas para mi que odio comer solo...Ni una sola mala cara, ni malos rollos, a menos claro que se le robe la nocilla que ha comprado en el Eroski...

Los mañanas en el barco son super especiales entre risas y partidas de chinchon, con la presencia de algunas personas raras, pero entrañables como Rauliyo, la participacion del equipo Murciano en la vuelta a nado no fue muy notable, pero contábamos con la ayuda de David el triatleta.

Momento muy especial para mi, por significado, por recuerdos, etc...es la visita al faro de la mola, Luqui me traicionó un poco, quizás sabia que no era el momento de sacar fotos y solo era el momento de traer a mi mente recuerdos maravillosos del anterior año, sin cámara, sin modelo y buscando las mejores vista tropecé con una de las famosas lagartijas, 4 años viniendo y nunca había visto ninguna, para una vez que la veo y no tengo cámara!

En fin, Respiralia llegaba a su fin y nos quedaba una cosa muy especial, la cena en el mítico Blue bar, el lugar precioso, las vistas insuperables y la decoración como siempre espectacular.

Para terminar agradecer a mis compañeros de viaje, a mi hermano mayor y a mi cuñada por poner el romanticismo(una vez se visita la isla con pareja, ir sin ella no es ni la mitad de bonito) , a Jesus e Inma por querer acompañarnos en esta locura y quedar enamorados de la isla, a mi hermano Raúl por las peleas de pressing catch, los bailes suaves como una palmera y por acompañarme en nuestras particulares noches de locuras, no me olvido de las demás componentes del viaje que aguantaron estoicamente las bromas, un beso para tod@s.

El año que viene X año de Respiralia, que arda la isla!