sábado, 27 de septiembre de 2008

Noches de vino y rosas

La chica de la gabardina roja se alejaba bajo su paraguas, mientras la lluvia inundaba las calles y nuestras vidas...

2 comentarios:

eMe dijo...

Todo lo que se podía hacer aquella noche era tirar los sueños por la alcantarilla.
Y regalar miradas al aire, que se consumirían igual que el humo del cigarrillo en la ventana del poeta...

Anónimo dijo...

nunca dejes que la lluvia inunde tu vida....sal nadando